¿Te cuesta adelgazar? ¿Llevas tiempo controlando tu alimentación y aún y así no consigues bajar de peso? Quizás lleves un ritmo de vida demasiado accelerado que te impide hacerlo...
Y es que aunque no nos demos cuenta, el estrés puede convertirse en uno de los enemigos más potentes en el momento de perder peso, ya que nuestras preocupacones diarias pueden boicotear nuestra dieta. El motivo es que empezamos a comer más, menos alimentos nutritivos o incluso decidimos dejar los buenos hábitos en medio de una crisis.
Es un hecho que el estrés influye negativamente en nuestra dieta. ¿Cómo? En el momento en que nuestro cuerpo nota que estamos preocupados por algo, nuestro organismo percibe que está bajo ataque/peligro y entra en estado de alarma. Para controlar la situación, libera glucosa a la sangre para proporcionar energía a los músculos y hacer frente a este peligro. Pero como realmente no hay ningún peligro, no necesitas esa energía y el páncreas liberará insulina para reducir los niveles de azúcar en sangre que han sido elevados. Cuando se libera esta insulina, los niveles de azúcar generan una sensación de hambre y baja energía.
Esto ocasiona la conocida sensación de hambre por estrés, que se suele resolver al consumir una mayor cantidad de carbohidratos y alimentos altos en azúcar. Lo que conlleva a un aumento del peso.
Es común que el estrés aumente entre los 35-40 años debido a que existe una mayor responsabilidad laboral y personal, esto produce dos tipos de conducta:
Lejos de comer alimentos ricos en hidratos de carbono para intentar manejar el estrés, es mejor marcar pautas y horarios de comida para picar productos más saludables, que ayuden a perder peso y favorezcan el buen humor, como un poco de chocolate negro o plátanos.
Hay casos en los que sucede lo contrario y el estrés solo causa que las personas pierdan peso. Esto se debe a que el cortisol también hace que la grasa marrón (la grasa buena) se active y se caliente consumiendo calorías y mejorando la sensibilidad a la insulina, lo cual además evita los ataques de hambre. Una fórmula ideal para perder peso: quemar calorías desde dentro y poco apetito.
Sin embargo, esto no es tan bueno como parece, ya que, las personas más delgadas las que suelen poseer mayor porcentaje de grasa marrón, por lo que generalmente se podría afirmar que las personas delgadas pierden peso por estrés y las personas con sobrepeso lo ganan cuando están ansiosas. Cosas que tienen que ver con el metabolismo.
Si por mala suerte eres de lo que ganan peso cuando te estresas, te recomendamos que eches un vistazo a nuestro aparta de snacks saludables para picar sano cuando te entre el apetito.